24 de enero de 2013

Todas las noches soñaba con este momento...


Y se acercó a mí de nuevo, invadiendo mi espacio, demoliendo mis defensas, despejando las posibles dudas, haciéndolo todo más fácil con las ideas más claras que yo, y me volvió a besar.

Pero, cuando creí que había terminado, volvió a empezar. Parecía que no iba a acabar nunca, pero yo tampoco quería que acabase. Quería quedarme allí, en aquella esquina, durante toda la noche, besándola, sintiéndola, amándola… Como nunca antes había amado a nadie. Quería demostrarle que ella era lo más importante en ese momento, solamente ella.

Y, si fuera por mí, volvería a repetir esa noche, en esa misma esquina y con los mismos protagonistas.

“-Ese era el último- Decía mientras se alejaba. Pero antes de que pudiese soltarme la mano se la volvía a agarrar con fuerza y la atraía hacia mí.
-El último de aquel segundo- Susurré antes de volver a perderme en sus labios.”



Y así pasaron las horas. Y eso era todo lo que yo deseaba, ella y nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario