Y así se fue
ella, con sus labios del mismo color que su vestido y del mismo color de mi
corazón.
Ardí de ganas
de besarla en aquel momento, y me consumí aquella noche la soledad de mi
habitación...
“Ya que me he consumido y los recuerdos no lo han hecho, empezaré a ahogarlos uno tras otro en alcohol... Así, al menos, la próxima vez que me consuma se consumirán conmigo.”
Y si me hubiese tenido que casar con alguien, te prometo que hubiera sido con ella... Solo con ella.
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