29 de enero de 2013

Monotonía...


Estaba solo, prisionero de mis recuerdos con ella y de un presente que no me dejaba escapar.

Todo era monotonía, los días eran fotocopias unos de otros… Me asfixiaba y lo único que a veces me sacaba de esa rutina era ella. Encontrármela de nuevo en aquella esquina hacía que las semanas grises y apagadas valiesen la pena para poder volver a verla. Y sonreír junto a ella.

Ella ocupaba mis sueños, mis fantasías, mi realidad, incluso mi mente en los exámenes… Pero no importaba, lo que importaba es que podía volver a verla una vez más.

A veces la esperaba en la esquina, para ver su sonrisa y así saber que el día había valido la pena.

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