10 de diciembre de 2012

Mentiras...


“-Cierro los ojos y no dejo de pensar en ella.
-¡Oh, pobrecito que se ha enamorado!
-Sí, al menos eso creo. (De ti)

Mi vida siempre estuvo llena de mentiras que ocultaban mi verdadera forma de ser, que enmascaraban cada sentimiento que tenía, que me destruían.

Esas mentiras me llevaron a hacer cosas muy oscuras en mi vida, cosas de las que verdaderamente me arrepiento, cosas que aún a día de hoy me siguen doliendo como entonces…

La mentira era un lugar donde poder esconderme e inventar lo que siempre había deseado o ocultar cualquier pensamiento. La llevé a tal extremo que llegué a ocultar un sentimiento de deseo enorme en ella.

Les mentí a todos, sin excepciones. Incluido a mi mismo.

“-Seré el calor que necesites siempre.
-¿De verdad, siempre?
-Por supuesto. (Mañana no estaré en tu vida)

Pero, poco a poco me fui dando cuenta de que las mentiras no podían acabar bien, que solo hacia daño a cualquiera que se lo contase y, en ese grupo, estaba yo. Me hacían daño, ardían en mi interior y eso hacía que me consumiera poco a poco en esa espiral de vergüenza y arrepentimiento.

Las mentiras hacen que destruyas tu futuro, haces que no puedas escribir nada sin que ellas no se abalancen sobre ti y no puedas evitar su golpe.

Y llegó ella, y las mentiras acabaron. No quería hacerle más daño (ni a mi), no quería volver a pasar noches pensando en como hacer que las mentiras tomaran más forma,… La quiero a ella en todas mis noches, quiero que nos riamos de aquel tiempo turbio y oscuro, quiero escribir un futuro junto a ella.


Oculté demasiado tiempo que eras el amor de mi vida, ahora toca demostrárselo al planeta entero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario