18 de noviembre de 2012

Un año y un día...


Bueno, esto debí escribirlo ayer, puesto que me quedé hasta la hora exacta en la cual te fuiste, pero no encontré las fuerzas necesarias para hacerlo. No sé ni cómo lo estoy escribiendo hoy [Bueno sí, con lágrimas en los ojos y miles de recuerdos que vuelven a mi memoria].

A veces es bastante complicado despedirse de alguien, sobre todo si ese alguien siempre intentó buscar las mejores cosas para que fueses feliz.

Es difícil despedirse, yo llevo un año intentando saber cómo hacerlo y no he podido. No encuentro las palabras, ni las expresiones que quiero, al menos las que le quiero dedicar a ella.

Bueno, mientras encuentro las palabras adecuadas para hacerlo te diré desde aquí como ha sido este primer año sin ti.

Pues complicado, difícil, caótico y sorprendente. Podría resumirlo así.

Ha sido un año en el que en poco tiempo en perdido cosas muy importantes, pero en que he ganado lo más importante en esta vida [si, es ella y por fin está conmigo] te has perdido cosas importantes, como por ejemplo mi graduación, mis noches en las que todo iba mal, hemos ganado otra Eurocopa, estoy intentando aprender italiano pero no tengo ni fuerza de voluntad ni amigos que me recuerden que tengo que hacerlo,etc…

Ayer me acordé mucho más de ti, leí la muerte de Marina y me vino tu recuerdo, demasiado nítido, de que te ibas de la misma forma que ella, apagándote lentamente.

Todos te echamos de menos, eras un piezas importante en nuestras vidas y te seguimos necesitando.

Espero que estés disfrutando allá donde estés. Nosotros lo intentamos hacer por nosotros y por ti.

Sé que nos esperaras, porque llegaremos tarde... Como siempre.

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