8 de noviembre de 2012

Una historia de fuego

¿Cómo empezar? No lo sé. Supongo que por el principio.

Todo empezó con un e-mail, en italiano. En ese e-mail iba nuestra historia, al menos vista desde mi parte. Le contaba todo lo que me había sucedido desde el día que la vi por primera vez entrar en una clase donde yo estaba, de cómo poco a poco me fuí enamorando de ella, de su sonrisa, de sus palabras pero siempre desde lejos.

Después nos vimos, quedamos… Todo era diferente, no habíamos en cuerpo, pero sí de mentalidad. A decir verdad, estábamos dispuestos a estar juntos, pasara lo que pasara, pusiese quien se pusiese en medio.
Nuestro primer beso, enfrascado en dudas y como, en la despedida, no podía separarme de tus labios.
No podía creer lo que estaba pasando.

Y pasó, estamos tan increíblemente juntos. Contaré nuestro principio…

¿Te acuerdas de las mañanas y tardes en el parque? Comiéndonos a besos, admirando cada centímetro de nuestros cuerpos cuando se unían y entrelazaban.

¿Te acuerdas del primer día bajo techo? Fue emocionante, sorprendente, mágico, increíble pero limitado a nuestras posibilidades y a nuestras responsabilidades totalmente justificadas.

Poco a poco se derribaron los límites y nos consumimos ardiendo, nuestros labios solo quieren besarse, nuestros ojos mirarse y nuestros corazones... amarse.También jugamos a devorarnos y a ser fuego que nunca ha de consumirse. Porque mi cama y mis sueños no son los mismos si no estás a mi lado.

Ahora, nuestro amor no tienes límites. Porque nuestro amor es infinitamente infinito.

Eres todo lo que siempre imaginé de la persona perfecta para envejecer conmigo. Tan tremendamente loca como yo, tan lista como pocos, tan magníficamente impresionante como nadie.

Gracias, por todo y por todo los que no queda por vivir. Te amo taurona.

Son 5 meses de fuego, amor e infinitos.

∞-VI-XII

1 comentario:

  1. Hay veces que me dejas sin palabras, esas veces solo quiero arder contigo, como siempre.

    ResponderEliminar