Y, al principio, todo se lleno de miedos, de incertidumbre, de
odio, de terror… Todo era confuso, no podía creerme lo que me estaba
sucediendo. Éramos ella y yo y por fin estábamos juntos, los dos solos… Pero, y
si volvía perderla, y si ella solo jugaba conmigo, y si yo solo jugaba con
ella, y si nos volvíamos a hacer daño como antaño… Demasiadas dudas para algo
que acababa de comenzar.
La noche nos atrapó en aquel parque, donde, en un banco,
debatíamos lo que a nuestro parecer era lo correcto. Mi mirada,durante la mayor parte del tiempo, estuvo perdida en el horizonte intentando resolver
todas las dudas y siempre me temía lo peor…
Volver a perderla ahora que por fin la tenía al final de mis labios.
Fue entonces
cuando ella me dijo: “Hemos madurado los dos, lo necesitábamos. Y ahora que
somos mayores podemos estar juntos, como te dije aquel día.”
Aquel día, ese
día en el cual me dijo que acabaríamos juntos… No me lo creí ese día y
aún me cuesta creérmelo. Es la chica de mis sueños y la tengo a mi lado, para
siempre al igual que nuestro amor.
>Y si os tropezáis con Merlín, dadle las
gracias de mi parte por haberla puesto en mi camino.